viernes, 19 de agosto de 2011

HISTORIA DE MEXICO

Benito Juárez
Benito Pablo Juárez García (San Pablo Guelatao, Oaxaca, 21 de marzo de 1806Ciudad de México, 18 de julio de 1872) fue un abogado y político mexicano, de origen indígena zapoteca, Presidente de México en varias ocasiones (1858-1872). Se le conoce como el "Benemérito de las Américas".[1] Benito Juárez es célebre por su frase "Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz."
Benito Juárez vivió una de las épocas más importantes de México, considerada por muchos historiadores como la consolidación de la nación como República. Juárez marcó un parte aguas en la historia nacional, siendo protagonista de primer nivel de esta época. Su biografía durante los años que ocupó la presidencia es casi en su totalidad también la historia de México.
El 18 de octubre de 1821 inició estudios de gramática latina en el Seminario de Santa Cruz como cápense. En agosto de 1823 concluye estos estudios habiendo obtenido en los dos exámenes realizados nota de excelente. []Se le presenta entonces a Juárez una dificultad grave consistente en que su mentor Salanueva deseaba que él estudiase Teología moral y recibir así las órdenes sagradas idea que repugnaba a Juárez no sólo por su desdén hacia lo clerical sino también a la fama que tenían los que a ese camino aspiraban en el Seminario a los cuales se les llamaba Padres de Misa y Olla o Lárragos.[] Juárez convence a Salanueva con el argumento de que su edad no era suficiente aún para ordenarse por lo que podía mientras estudiar el curso de artes. Inicia en el año de 1824 cursando latín, filosofía y teología. El seminario no era su vocación y en especial le aburría la teología, clase donde se dormía. Concluye este curso de artes en 1827  habiendo sostenido dos actos en público y aprobado con calificación de Excelente nemine discrepante los exámenes reglamentarios así como recibiendo notas honrosas de sus sinodales. No obstante la oposición de su protector Salanueva, abandonó el seminario y se inclinó por el derecho.
Juárez abogado
Ingresó a la carrera de Jurisprudencia en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, en donde obtuvo en 1834 la licenciatura; estudió con gran mérito, desempeñó varias cátedras. Varios de sus profesores eran masones. En una ocasión le pidieron representar un papel de una obra de Virgilio en una escenificación donde se incluía recitar algunos versos en latín, para parecer griego siendo él muy moreno, siguiendo un consejo de un compañero, se blanqueó la cara, lo hizo tan grotescamente que daba risa verlo. Sin embargo cuando inició el recital habló en perfecto latín por ello le admiraron y le aplaudieron.
Luego de graduarse como Abogado trabajó durante algún tiempo defendiendo comunidades indígenas, trabajo que lo hacía viajar entre diversas comunidades y la Ciudad de Oaxaca e incluso lo llevó a la cárcel.
Inicia su carrera política
El 26 de mayo de 1830 Juárez es nombrado encargado del Aula de Física del Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca.[] Se desempeñó como rector de su Instituto en 1831, en el cual siempre profesó y defendió ante todo las ideas liberales. El 11 de diciembre de 1831 el Ayuntamiento de Oaxaca comunica a Juárez haber sido elegido Regidor para el periodo que iniciaba el 1 de enero de 1832[] comenzando así su carrera política. El 25 de agosto de 1832 el Gobernador de Oaxaca José López de Ortigoza emite un decreto comunicando los nombramientos para la Corte de Justicia del Estado de Oaxaca, siendo Benito Juárez nombrado El 11 de febrero de 1833 Juárez es nombrado formalmente Diputado Electo de la Honorable Legislatura del Estado de Oaxaca, es decir, diputado local. En su cumpleaños 26 Juárez es nombrado Capitán de la 5a Compañía del 1er Batallón de Milicia Cívica de su Estado. El 3 de febrero de 1834 se nombra a Benito miembro de la Junta de Sanidad de su Estado. El 7 de febrero se nombra a Benito Ministro Interino de la Corte de Justicia del Estado. El 7 de abril es nombrado miembro de la "Junta Calificadora y Premiadora de los méritos que, en el Fuerte de Santo Domingo, contrajeron los valientes defensores de nuestras instituciones". El 6 de abril de 1838 se nombra a Juárez Secretario Interino de la Primera Sala del Tribunal Superior de Justicia del Departamento de Oaxaca. El 31 de diciembre de 1839 es nombrado Ministro Suplente del mismo Tribunal Superior de Justicia. El 23 de agosto de 1840 se nombra a Juárez Compositor por la Quinta Sección de Oaxaca. El 31 de diciembre de 1840 es nombrado de nuevo Ministro Suplente del mismo Tribunal Superior de Justicia. El 22 de julio de 1841 el Tribunal Superior de Justicia del Departamento Oaxaqueño emite a favor de Juárez un Despacho de Juez de la Instancia del ramo civil para la ciudad de Oaxaca. El 3 de octubre de 1843 recibe un nombramiento como Segundo Vocal Suplente de la Junta Electoral de Oaxaca. El 1 de junio de 1844 se emite un comunicado a la Honorable Asamblea Departamental del Estado acerca de que Juárez no puede cubrir la plaza de vocal de esa Asamblea por estar desempeñando el cargo de Secretario de Gobierno del Departamento del Estado. El 3 de enero de 1853 Juárez recibe un Despacho de Catedrático sustituto de Derecho Civil en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca. El 22 de febrero se le concede una licencia sin goce de sueldo por un mes a Juárez para ausentarse del Instituto. El 30 de septiembre de 1858 es inscrito Juárez como socio Honorario del Conservatorio Dramático Mexicano mediante un documento firmado por el presidente del mismo José Valero y el prosecretario Justo Sierra.
Después de un par de años regresó a Oaxaca. Se le otorgó el empleo de juez de primera instancia. Tuvo al menos dos hijos con una mujer anónima del pueblo, a la que desconoció para luego casarse con Margarita Maza, hija adoptiva de su antiguo patrón, Antonio Maza. Al celebrarse la boda tenía 37 años y ella 17.  En 1844 lo premiaron con el nombramiento de fiscal del Tribunal Supremo de Justicia oaxaqueño.
Al perder en las elecciones presidenciales el General Paredes Arrillaga, Juárez resultó electo diputado federal por lo que en 1847 se trasladó a la ciudad de México con esta calidad. Fue uno de los que ayudó a reelegir a Santa Anna como presidente y a Gómez Farías como vicepresidente. Votó a favor del préstamo que Gómez Farías solicitó a la Iglesia en 1847 para financiar la guerra contra EUA. El 15 de enero de aquél año, se inició en la masonería del Rito Nacional Mexicano, en una ceremonia que se tuvo en las instalaciones del mismo congreso, del cual se habían apropiado los liberales para tener sus reuniones. Juárez adoptó como nombre masónico Guillermo Tell.
Debido a la invasión estadounidense regresó a Oaxaca y se le colocó como gobernador interino en 1847. Su gestión se caracterizó por lograr el equilibrio económico y la realización de obras públicas como caminos, la reconstrucción del Palacio de Gobierno, la fundación de Escuelas Normales, levantamiento de una carta geográfica y del plano de la ciudad de Oaxaca. Muestra de esto fue que duplicó el número de escuelas en Oaxaca, de 50 que había en todo el Estado a 100 o más. Creó el puerto de Huatulco y construyó un camino de la capital a éste, lo que permitió reducir el costo de varias mercancías que eran traídas de Veracruz o Acapulco. También reorganizó la Guardia Nacional y dejó excedentes en el tesoro. Como gobernador, Juárez iniciaba actividades frecuentemente a las cinco de la mañana y salía de su despacho muy tarde. Instaló un escritorio público para que cualquiera que lo solicitara pudiese hablar con él sin importar su condición social o económica. También en ese cargo Juárez impidió la entrada a Oaxaca al fugitivo Santa Anna quien venía huyendo de la capital del país debido a la ocupación estadounidense de entonces.
Al llegar por undécima vez a la silla presidencial Antonio López de Santa Anna cobró venganza a Juárez por haberle impedido ingresar al Estado. Tal como Juárez se lo había advertido a su esposa, un día mientras daba cátedra llegaron por el unos militares para tomarlo prisionero. Le dijo al oficial que le permitiera cinco minutos para acabar su cátedra y éste accedió. Pasó a su casa donde se despidió de Margarita. Juárez prometió enviarle una carta en cuanto pudiera, le encomendó protegerse con su familia. Mientras se despedían en la habitación, un militar los interrumpió argumentando que no tenían más tiempo.
En 1853 lo encerraron en las tinajas de San Juan de Ulúa. Al poco tiempo lo trasladaron a Veracruz donde lo embarcaron en nave de bandera española rumbo al destierro en Cuba donde trabajó en una fábrica de puros. Juárez llegó a La Habana y se trasladó a Nueva Orleans, lugar dónde buscó el apoyo de las logias masónicas locales. Juárez allí conoció a Melchor Ocampo y otros refugiados que habían sido desterrados o simplemente eran perseguidos políticos del dictador. Todos ellos se reunían en esa ciudad en secreto para planear un golpe de Estado en contra de Santa Anna.[]
Carrera a la Presidencia
En su exilio Juárez quería apoyar a la revolución que se estaba planeando en Ayutla. Así que logró embarcarse a Panamá para luego llegar a Acapulco. Se le dio primero un humilde puesto de escribiente.
Sin embargo, como Juárez apoyó al Plan de Ayutla, proclamado en 1854, y asesoró al cacique acapulqueño, Juan N. Álvarez, logró que éste llegara a ser presidente provisional, por encargo de los liberales,. Sin embargo, Juan N. Álvarez al alcanzar la presidencia, nombró a Benito Juárez ministro de Justicia e Instrucción Pública en 1855.
En esta época expidió la Ley Juárez, oficialmente conocida como Ley sobre administración de Justicia y orgánica de los tribunales de la Nación, del Distrito y Territorios. Ésta ley coartaba los derechos de militares y eclesiásticos, como suprimir los tribunales "especiales" que tenían ambos organismos. Más no fue una solución completa como la que firmaron posteriormente Ignacio Comonfort y Sebastián Lerdo de Tejada en la que se separaba la Iglesia del Estado. La Ley Juárez simplemente era un esbozo de algo que tenía que llegar más completo.
En 1855, durante el gobierno de Ignacio Comonfort, fue primero gobernador de Oaxaca, para después ser nombrado Ministro de Gobernación y Presidente de la Suprema Corte de Justicia. En diciembre de ése mismo año, durante el golpe de estado ocasionado por conflictos entre conservadores que apoyaban a la iglesia y liberales que habían apoyado la separación Iglesia-Estado, Juárez fue apresado por las fuerzas del propio Comonfort. La razón fue la duda de los golpistas ante su posición, ya que Juárez nunca se declaró abiertamente en contra ni a favor del conflicto, irónicamente causado por la ley que él mismo había ayudado a sentar las bases.
Sin embargo, el propio Comonfort, quien había organizado su propio golpe de estado contra su gobierno, acudió un mes después a pedirle a Juárez su ayuda, ya que tanto liberales como conservadores no habían llegado a ningún acuerdo y el gobierno se debilitaba cada vez más. Así que Juárez fue a Guanajuato a ver al General Manuel Doblado, quien era gobernador del estado, para organizar otro golpe de estado. Sin embargo, éste, junto con otros gobernadores, ya había desconocido a Comonfort y nombrado como sustituto al propio Juárez, mientras que Zuloaga en la ciudad de México también se rebelaba en contra de Comonfort y de los liberales. Esto ocasionó la Guerra de los Tres Años.
Juárez Presidente Errante
En 1858, Benito Juárez se convirtió en Presidente de la República por primera vez. Tuvo que huir de Guanajuato donde fue nombrado, a Guadalajara, Colima y Manzanillo escapando de Zuloaga quien estaba apoyado por el ejército y el clero, clases afectadas por las leyes promulgadas durante el mandato de Comonfort, basadas en la Ley Juárez.
En 1858 llegó Juárez a Veracruz, donde el Gobierno de Manuel Gutiérrez Zamora le era afín junto con el Gral. Ignacio de la Llave. Al llegar al Puerto de Veracruz ya lo esperaba su esposa e hijos en el muelle junto con gran parte de la población que en ese día se desbordó al Malecón para recibir al presidente constitucional. Allí pasó varios meses sin sobresaltos hasta el ataque de Miramón.
El 12 de julio de 1859 Benito Juárez decreta la primera de las normas de reforma: la "Ley de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos". Juárez sostuvo admirablemente su gobierno contra conservadores y franceses entre 1862 y 1867 peregrinando por México y los Estados Unidos.
Sitio, batallas y caída de Querétaro
El día 19 febrero de 1867 entra el ejército de Maximiliano a la Ciudad de Querétaro. Durante los días 20 y 21 siguen llegando contingentes de Michoacán, San Luis Potosí y Guanajuato entre otros Estados. El día 21 entran 4,000 hombres. En Querétaro se celebró una verbena popular celebrando la llegada de los imperialistas. En total eran entre 10 y 12 mil hombres en las filas de Maximiliano.
Se presentaron algunas batallas. Los liberales impusieron un sitio a la Ciudad de Querétaro, con lo cual no podía entrar ni salir nada ni nadie, incluidos víveres o comunicados (telégrafo, correspondencia, etc.), durante una de esas batallas, el último reducto del ejército francés fue totalmente derrotado. Bombardearon algunos arcos del acueducto para cortar el suministro de agua a la Ciudad. Los liberales lanzaron muertos imperialistas al río para contaminarlo con miras en doblegar a los imperialistas. Ante el sitio y en una junta de Maximiliano con su comitiva, Leonardo Márquez propone al emperador que se le dé un contingente de caballería para ir a la Ciudad de México por refuerzos y víveres. Se le da el aval. Mediante una maniobra de distracción por la madrugada Márquez y su grupo logran atravesar el sitio no sin perder varias decenas de hombres, lo cual estaba contemplado. Los liberales no persiguen a éste grupo considerando que no tenían posibilidades de juntar apoyo ni de regresar.
Santa Anna planea un golpe de Estado
En el mes de abril de 1867 Santa Anna estaba en una residencia en una zona exclusiva de Nueva York. Santa Anna mantenía vigilados a Margarita, Matías Romero y a Ignacio Mariscal. Sabía hasta lo que compraba Margarita en el mercado. Santa Anna planeó rentar un barco grande llamado "Virginia" y trasladarse junto con un gran arsenal al Puerto de Veracruz para buscar un golpe de Estado con el apoyo de sus paisanos los veracruzanos.
Segundo mandato constitucional
Luego de ganar en las elecciones, el 16 de enero de 1868 Juárez se reinstala en la presidencia con una reunión de todo su gabinete. Juárez decía a menudo que eran los tiempos de la paz y la concordia.
Gobierno 1871-1872
Elecciones de 1871
Sebastián Lerdo de Tejada le sugirió a Juárez que no se postulara en las elecciones de 1871, por su salud. El mismo Juárez le había comentado que quizás ya no se postularía. Juárez tuvo muchas críticas por desear prolongarse tanto tiempo en el poder. Muchos de sus antiguos amigos o colaboradores se habían vuelto sus críticos.
En julio de 1871 habría elecciones, los candidatos eran Sebastián Lerdo, Porfirio Díaz y Benito Juárez. El 7 de octubre de 1871 la comisión escrutadora dio el fallo definitivo: Sebastián 2874 votos electorales, Porfirio 3555 y Juárez 5837. Juárez era el ganador.
.Últimas horas
El 17 de julio de 1872 por la tarde Juárez decide no dar su acostumbrado paseo de su carruaje y le pide a su yerno Santacilia que lo acompañe para luego ir al teatro con su hermana Manuela y así contarle la función. Juárez dormía en su alcoba de Palacio Nacional acompañado de su hijo menor Benito. Esa noche sólo tomó un atole, tuvo náuseas que no lo dejaron dormir, por lo que despertó a su hijo Benito.
El 18 de julio a las 9:00 tuvo que llamar a su médico Ignacio Alvarado el cual llegó cerca de las 10:00. A las 11:00 tuvo calambres muy dolorosos que lo llevaron forzosamente a la cama. Tenía el pulso bajo y sus latidos débiles. El tratamiento aplicado fue arrojarle agua hirviendo en el pecho, cosa que se le hizo luego de colocarle la olla hirviendo en el pecho. Con tal remedio, Juárez reaccionó.
Juárez siguió mal. Su familia estaba reunida, hijas, hijo, yernos y amigos. También diversos amigos y políticos fueron llegando a la sala. Los médicos mexicanos más prestigiados de entonces acudieron a Palacio Nacional: Gabino Barreda y Rafael Lucio pero nada pudieron hacer.
Juárez se tendió de lado izquierdo poniendo una mano bajo su cabeza. Muy fatigado, con evidente falta de oxígeno sonrió e inmediatamente murió. Eran las 23.35 del 18 de julio de 1872 cuando los tres médicos reunidos declararon muerto al presidente. Sus hijas gritaban de dolor: "¡papá! ¡Papá no te vayas!". La causa fue angina de pecho. En la actualidad, una placa en el lugar de su muerte da cuenta de ello. Juárez duró en el cargo de presidente catorce años.
Legado
  • Protagonista principal del periodo histórico de México conocido como "La Reforma".
  • Separación de la Iglesia del Estado, Estado láico.
  • Lucha sin descanso contra un gobierno extranjero impuesto en México militarmente.
  • Ser el primero y único presidente indígena que hasta el momento ha tenido México
  • Haber recibido el título de "Benemérito de las Américas"
  • Da a Europa como respuesta a su intervención el fusilamiento de su caudillo Maximiliano.
Juárez siempre luchó por la igualdad, la libertad, la legalidad y la democracia, siempre ante situaciones adversas y casi siempre con inferioridad de fuerzas, pero aun cuando era derrotado, sabía cómo animar a sus hombres.
El defender sus ideales de libertad y justicia terminó llevándolo por un camino difícil y lleno de peligros, y una vez en él, tuvo incontables oportunidades para abandonarlo, sin embargo, libró los obstáculos que se le fueron presentando. Por todas estas razones, y muchas otras más, Benito Pablo Juárez García es una de las figuras más importantes dentro de la historia mexicana, además de ser el único presidente de México con raíces totalmente indígenas.
Frases célebres
  • "Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz."
  • "Nada de contemporizaciones con los hombres viciados y con los que se han acostumbrado a hacer su voluntad como moros sin señor."
  • "Siempre he procurado hacer cuanto ha estado en mi mano para defender y sostener nuestras instituciones. He demostrado en mi vida pública que sirvo lealmente a mi patria y que amo la libertad. Ha sido mi único fin proponeros lo que creo mejor para vuestros más caros intereses, que son afianzar la paz en el porvenir y consolidar nuestras instituciones."
  • "El principio de no intervención es una de las primeras obligaciones de los gobiernos, es el respeto debido a la libertad de los pueblos y a los derechos de las naciones".
  • "El gobierno tiene el sagrado deber de dirigirse a la Nación, y hacer escuchar en ella la voz de sus más caros derechos e intereses".
  • "Mi deber es hacer cumplir la ley no sólo con medidas del resorte de la autoridad, sino con el ejemplo para atentar a los que con un escrúpulo infundado se retraían de usar el beneficio que les concedía la ley".
  • "Como hijo del pueblo nunca podría olvidar que mi único fin debe ser siempre su mayor prosperidad".
  • "Libre, y para mi sagrado, es el derecho de pensar... La educación es fundamental para la felicidad social; es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos".
  • "Bajo el sistema federativo, los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad".
  • "No se puede gobernar a base de impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. No se pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir, en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala".
  • "Los hombres no son nada, los principios lo son todo".
Escritos Publicados por Juárez

José Vasconcelos
Nacido en Oaxaca, ciudad capital del mismo estado, el 28 de febrero de 1882  fue el segundo de los nueve hijos que procrearon Ignacio Vasconcelos Varela y Carmen Calderón Conde. Particularmente importante para su desarrollo personal fue la oportunidad que tuvo de realizar estudios de educación primaria en escuelas ubicadas en la frontera entre los Estados Unidos y México, especialmente en la frontera entre Eagle Pass en Texas y Piedras Negras, Coahuila. Más adelante, por causas familiares de índole económica, debió continuar su educación en el Instituto Científico de Toluca, Estado de México, y en el Instituto Campechano, benemérito colegio de la actual ciudad de San Francisco de Campeche, capital del estado de Campeche. Luego de la prematura muerte de su madre, ingresó en la Escuela Nacional Preparatoria (actualmente parte de la UNAM) y posteriormente en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, donde obtuvo el título de licenciado en derecho en 1907.
A los dos años de haber concluido sus estudios, Vasconcelos participa con otros jóvenes mexicanos críticos de los excesos de la educación positivista impuesta por Justo Sierra, ministro de Instrucción Pública del gobierno de Porfirio Díaz, en la fundación del Ateneo de la Juventud Mexicana, más adelante conocido como el Ateneo de México. Lo novedoso del Ateneo radica, sin embargo, no en su disposición a criticar los excesos del porfiriato, sino en la calidad de las críticas adelantadas por la generación de jóvenes intelectuales que le dieron vida. La más importante de ellas tiene que ver con el rechazo del determinismo y mecanicismo del positivismo comtiano y spenceriano y el llamado para que se dotara a la educación de una visión más amplia, que rechazara el determinismo biológico del racismo y que encontrara una solución al problema de los costos de los ajustes sociales generados por grandes procesos de cambio como la industrialización o la concentración urbana.
Aunado a ello, frente a la posición oficial de Sierra y los funcionarios del porfiriato, llamados "científicos", de promover una visión única del pensamiento filosófico (positivista y determinista), Vasconcelos y la generación del Ateneo proponían la libertad de cátedra, la libertad de pensamiento y, sobre todo, la reafirmación de los valores culturales, éticos y estéticos en los que América Latina emergió como realidad social y política. Aquí es importante destacar que una de las características del porfiriato, para algunos el lado oscuro de éste, es justamente un cierto desdén por lo nacional mexicano, su fascinación con lo europeo, lo francés, lo alemán o, si nada de esto era posible, con lo estadounidense, como alternativa viable para alcanzar el progreso.
Vasconcelos y la generación del Ateneo sientan las bases para una ambiciosa recuperación de lo nacional mexicano y de lo latinoamericano como una identidad que, además de real, fuera viable en el futuro, y sobre todo que no dependiera de lo extranjero para un progreso sostenido, como de hecho ocurrió con el modelo económico del porfiriato y otros experimentos latinoamericanos similares, como la República de los Coroneles en Brasil, México y Estados Unidos.
Primeros pasos en la política
Invitado por Francisco I. Madero en 1909, se unió a la campaña presidencial del coahuilense. Gracias a su dominio del inglés, representó al entonces Club Anti reeleccionista ante el gobierno de Estados Unidos. Un año después, el Club se convirtió en el Partido Nacional Anti reeleccionista, con Madero como candidato presidencial y Francisco Vázquez Gómez como candidato a la vicepresidencia. Madero y Vázquez Gómez se enfrentaron a Porfirio Díaz y a Ramón Corral en la muy debatida elección presidencial de 1910. Cuando ésta terminó en un escandaloso fraude, Madero convocó a un alzamiento político-militar con el así llamado Plan de San Luis, que inició la Revolución de 1910.
Es de este primer período de la vida pública de Vasconcelos del que ha surgido, como una suerte de leyenda, la idea de que fue él quien acuñó el lema más célebre del maderismo: "Sufragio Efectivo, No Reelección". Este lema, hasta la fecha la rúbrica de los documentos oficiales signados por funcionarios del gobierno federal mexicano, tiene su origen, sin embargo, en el Plan de La Noria, encabezado por Porfirio Díaz contra Benito Juárez, en 1871. El genio de Vasconcelos radicó, sin embargo, en haber rescatado esa frase usada originalmente por el joven Porfirio como un ariete contra el anciano Juárez, cuando éste insistía en prolongar su permanencia en el poder.
Conocido el resultado oficial de esa elección, las simpatías al Plan de San Luis se multiplicaron. Esto dejó claro al anciano caudillo que no estaba en condiciones de mantenerse al frente del gobierno, a menos que deseara llevar a México por la ruta de una guerra civil o que las ambiciones norteamericanas, ya demostradas, pusieran en peligro nuevos territorios nacionales. Díaz renunció, y el gobierno provisional instalado al efecto convocó a nuevas elecciones presidenciales en las que Madero triunfó en 1911.
La Revolución
Tras producirse el golpe de estado de Victoriano Huerta y Félix Díaz, Vasconcelos tuvo que exiliarse en Estados Unidos, donde recibió el encargo del gobernador de Coahuila y primer jefe del Ejército Constitucionalista Venustiano Carranza, de buscar, como agente confidencial, el reconocimiento de Inglaterra, Francia y otras potencias europeas, impidiendo que Huerta fuera reconocido u obtuviera apoyo económico. Cuando Vasconcelos logró el reconocimiento de Carranza como presidente de facto, éste volvió a nombrar a Vasconcelos director de la Escuela Nacional Preparatoria. Pero discrepancias políticas con Carranza llevaron una vez más al exilio a Vasconcelos, que regresó para tomar la cartera de Instrucción Pública durante la breve gestión de Eulalio Gutiérrez Ortiz como presidente de la Convención Nacional. Durante este periodo, Vasconcelos no pudo en realidad desarrollar sus ideas en materia de educación pública, pues las pugnas internas de los revolucionarios de la Convención de Aguascalientes y la derrota de Francisco Villa ante Álvaro Obregón, hicieron imposible cualquier ejercicio de funciones de gobierno.
Al proclamarse el Plan de Agua Prieta en 1920, Vasconcelos se alineó con Álvaro Obregón contra Carranza. Tras la muerte de Carranza, el presidente interino Adolfo de la Huerta le encargó el Departamento Universitario y de Bellas Artes, cargo que incluía la rectoría de la Universidad Nacional de México.
Rector de la Universidad Nacional
Fue rector de la Universidad Nacional del 9 de junio de 1920 al 12 de octubre de 1921.
Su espíritu iberoamericano, expresado en su obra literaria, queda también reflejado en la propuesta al Consejo Universitario, en abril de 1921, del escudo que la UNAM ostenta hasta la fecha y en el que plasma su convicción de que los mexicanos deben difundir su propia patria con la gran patria hispanoamericana como una nueva expresión de los destinos humanos. La leyenda que propone para dicho escudo constituye hasta ahora el lema de la Universidad Nacional: "Por mi Raza Hablará el Espíritu".
"Yo no vengo a trabajar por la Universidad, sino a pedir a la Universidad que trabaje por el pueblo". Estas palabras del discurso del rector Vasconcelos signan lo que fue su propósito en la rectoría de la UNAM.
Apóstol de la educación
Tras reorganizar la estructura de la Universidad Nacional, Vasconcelos fue nombrado secretario de Instrucción Pública, y desde esa posición inició un ambicioso proyecto de difusión cultural en el país, con programas de instrucción popular, edición de libros y promoción del arte y la cultura. El objetivo era integrar a México de manera más amplia en las grandes transformaciones que siguieron al fin de la primera Guerra Mundial. Vasconcelos, un personaje carismático y capaz de entusiasmar a sus colaboradores, hizo de los maestros rurales un ejército de paz y de cada profesor, según su propia metáfora de raíz católica, inspirada en el sacrificio de los misioneros del período colonial, un "apóstol de la educación". Al trabajo de los maestros rurales sumó el apoyo, nunca antes visto en México, de la edición masiva de algunas de las más grandes obras del pensamiento europeo y occidental, que fueron distribuidas por todos los rincones del país en lo que Vasconcelos no dudó en calificar como Misiones Culturales.
Además, inició un ambicioso programa de intercambio educativo y cultural con otros países americanos, las llamadas "embajadas culturales", que llevaron a algunos de los más brillantes estudiantes mexicanos de la época a entrar en contacto a edad temprana con sus pares de Argentina, Brasil, Colombia, Perú y otros países de América Latina.
Apoyó, además, a multitud de artistas e intelectuales. A algunos de ellos los convenció para que se establecieran en México y con ellos ideó nuevas fórmulas de expresión artística, masiva, que a pesar de sus tintes políticos y propagandísticos tienen un valor estético exento de duda. Tal fue el caso de muralistas como David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera. El apoyo de la Secretaría de Instrucción Pública de Vasconcelos no se limitó, sin embargo, a los artistas mexicanos, como lo demuestra su relación con la chilena Gabriela Mistral, ni tampoco al campo de lo artístico; un ejemplo entre otros muchos es su relación con el político peruano Víctor Raúl Haya de la Torre.
Constructor de instituciones
Un aspecto clave de su gestión, fue la reconstrucción o construcción de edificios de uso público para la difusión de la cultura, como el Estadio Nacional, escuelas públicas de diferentes niveles, bibliotecas y, de manera más general, los edificios destinados a albergar el aparato burocrático del sistema educativo a lo largo y ancho de la nación.
Vasconcelos, sin embargo, encontró difícil conciliar su condición como pensador independiente con las exigencias de los cargos de gobierno que ejerció. Además, su relación con Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles estuvo siempre mediada por la desconfianza que le inspiraban los mexicanos del norte de la república. Hábil para acuñar punzantes aforismos, frases célebres o para ridiculizar a sus adversarios en debates o en intercambios epistolares, en más de una ocasión expresó, con un dejo de desdén, que en México la civilización terminaba donde empezaba el consumo de carne asada, en obvia referencia a las regiones del norte de México, de donde provenían Obregón y Calles.
Es por eso por lo que, luego de su brillante inicio como funcionario público, Vasconcelos decidió retirarse del ejercicio de los cargos públicos, para dedicarse a satisfacer su pasión por la escritura, el análisis filosófico y la polémica. A pesar de ello, tuvo una participación destacadísima en las luchas por obtener la autonomía de la Universidad Nacional, al lado de Antonio Caso, Manuel Gómez Morín y otros personajes destacados de la década de los veinte.
En su filosofía como educador propone: Sentir la cultura mestiza como base del concepto de mexicanidad. Mexicanizar el saber, es decir, hacer objeto de estudio la antropología y el medio natural del país. Hacer de Latinoamérica el centro de una gran síntesis humana. Emplear el sentido del servicio y amor fraterno del ser humano como medio de ayuda a los más desprotegidos, y Valerse del industrialismo como simple medio, nunca como un fin para promover el progreso de la nación.
Candidato presidencial
No sólo eso, consciente de los excesos de los que Plutarco Elías Calles era capaz en temas tan delicados como el de las relaciones Estado-Iglesia, y que prefiguraban el desarrollo del maximato y uno de sus precursores, de la así llamada Guerra Cristera, en 1929 decidió postularse como candidato a la presidencia de la república. Eso lo llevaría a enfrentarse al candidato de Calles, Pascual Ortiz Rubio en una desigual campaña que recordó a muchos la que Madero desarrolló en 1909 contra Porfirio Díaz, no sólo por el apoyo del aparato del Estado al candidato Ortiz Rubio, sino también por la violencia que muchos vasconcelistas debieron padecer en carne propia.
Apoyado por algunos de los más lúcidos intelectuales y artistas de la época, como Antonieta Rivas Mercado, Gabriela Mistral, Manuel Gómez Morin, Alberto Vásquez del Mercado y Miguel Palacios Macedo, Vasconcelos desarrolló una ambiciosa campaña electoral que despertó las ilusiones de muchos.
En campaña acaece el asesinato de líderes vasconcelistas emprendido por diputados y asesinos de paga disfrazados de policías; el propio Vasconcelos sobrevivió a varios atentados en su contra. El mismo día de las elecciones se abre fuego contra los votantes en diversas poblaciones del país.
Los resultados oficiales de la elección arrojan un 93 por ciento de los votos para Pascual Ortiz Rubio y el resto para Vasconcelos y otros. Los resultados, sin valor alguno para la mayoría de los historiadores del periodo, dejaban ver el claro mensaje que Calles y su grupo enviaban a Vasconcelos: no se respetarían elecciones democráticas, sino sucesión presidencial previamente acordada por el jefe de Estado, lo que se convirtió en modelo político mexicano tocante al tema de la sucesión presidencial a lo largo del siglo XX. Para muchos de sus seguidores, como Miguel Palacios Macedo, José Vasconcelos sería recordado como "el político más grande de México".
Frente a los resultados, Vasconcelos buscó reproducir el patrón seguido por Madero 20 años antes, invitando a la población a sumarse a una revolución a través del Plan de Guaymas, la cual al triunfar lo llamase para tomar el lugar que merecía, porque él se exiliaba a los EE.UU. El llamado a la insurrección fue desoído por una sociedad mexicana cansada de poco más de 10 años de guerras civiles (siete de la Revolución Mexicana y tres de la cristiana) y comprado por una estabilidad forzada con el agregado de enfrentar los efectos devastadores de la crisis global de 1929. No sólo eso. Para Vasconcelos implicó el inicio de un doloroso, pero altamente productivo, exilio por Estados Unidos y Europa, que le permitió dedicarse de lleno al análisis filosófico, a escribir su monumental autobiografía, un referente obligado para comprender el México del siglo XX, y una serie de artículos y comentarios sobre temas diversos. Durante su paso por Estados Unidos, Vasconcelos se convirtió en una "estrella" del entonces naciente circuito de oradores destacados que las universidades estadounidenses invitan para informar sobre lo que sucede en otros países, pero que también le permitió a Vasconcelos, por otra parte, satisfacer sus más elementales necesidades económicas, pues a su paso por el servicio público no acumuló riquezas.
En 1940, la guerra en Europa y la política de reconciliación nacional seguida por Manuel Ávila Camacho le permitieron regresar a México, donde fue nombrado director de la Biblioteca Nacional. De esta etapa de su vida lo menos recordado es su contradictoria admiración por los resultados obtenidos por los regímenes fascistas en Europa, que incluyó la dirección de un periódico patrocinado por la embajada Alemana de entonces. Vasconcelos admiraba de esos regímenes su capacidad para movilizar y organizar a grandes grupos de ciudadanos que, de otra manera, se encontraban sumidos en crisis profundas que le recordaban la situación que México vivía. Vasconcelos, por cierto, no estaba solo en estas simpatías, como lo atestiguan las ediciones de distintos diarios de la capital de la república, especialmente las ediciones vespertinas del diario Excélsior, llamadas Últimas Noticias de la Mañana y Últimas Noticias de la Tarde, que abiertamente expresaban sus simpatías por la Alemania nazi. Hay quienes consideran que fueron estas simpatías fascistas las que le impidieron permanecer en Estados Unidos y le obligaron a regresar a México. Sin embargo, cuando se conocieron detalles sobre los excesos cometidos en los campos de concentración y en el tratamiento de los prisioneros de guerra, Vasconcelos expresó su repudio a los excesos del nacionalsocialismo alemán y del fascismo italiano.
Una vez concluida la guerra, Vasconcelos continuó como director de la Biblioteca Nacional, cargo que combinó con una activa carrera como profesor universitario y polemista. El destino, sin embargo, le tenía reservada una última satisfacción: en diciembre de 1958 vería a uno de sus discípulos y organizador de su campaña presidencial en 1929, el mexiquense Adolfo López Mateos, convertirse en presidente de México.
Fue elegido miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua desde 1939, años más tarde miembro de número, tomó posesión de la silla V el 12 de junio de 1953. Fue designado 4° bibliotecario archivero de la institución. Su discurso de ingreso fue respondido por Genaro Fernández MacGregor, quien refirió a Vasconcelos como "el mexicano más ilustre desde la independencia".
Murió en el barrio de Tacubaya, en la ciudad de México, el 30 de junio de 1959. Fue encontrado su cuerpo reclinado sobre el escritorio, en el cual trabajaba en una de sus últimas obras literarias: «Letanías del atardecer» publicada inconclusa póstumamente. Mereció, por sus cualidades de pedagogo y su decidido apoyo a la cultura latinoamericana, que la Federación de Estudiantes de Colombia lo nombrara Maestro de la Juventud de América, título que a menudo se abrevia como «maestro de América».
Legado
Su obra dejó una marca profunda en la vida cultural mexicana. Su doctrina filosófica lo caracteriza como cercano a Arthur Schopenhauer y Miguel de Unamuno. El humanismo vasconcelista tiene perspectiva vivencial en su monumental serie autobiográfica Ulises Criollo (1935), La tormenta (1936), El desastre (1938), El proconsulado (1939) y La Flama. Los de Arriba en la Revolución. Historia y Tragedia (1959). La Raza Cósmica (1925) adelanta la más poderosa crítica hasta ahora del racismo con el que, desde el siglo XVI, se ha tratado de justificar la sumisión de los pueblos de América Latina frente a Europa y la América sajona. Se trata en su conjunto de una obra que ha sido influyente para la conformación del pensamiento filosófico, humanista y político en Latinoamérica, que recorrió y cultivó intelectualmente como se atestigua en las narraciones de «La raza cósmica».
Ensayos y tratados escritos a lo largo de su vida dan cuenta de su pensamiento, del cual puede decirse que cambió y evolucionó desde un espíritu idealista a uno tortuoso; pero siempre dotado de una luminosidad típicamente latinoamericana, que sale a relucir en su mordaz crítica filosófica hacia autores existenciales europeos como Søren Kierkegaard, lo que en cierta manera constituye una profecía auto cumplida de su propia tesis filosófica racial expuesta en «Raza cósmica» acerca de los temperamentos humanos, sus características y potencial.
Su filosofía está contenida en «Pitágoras, una teoría del ritmo» (1916), «El monismo estético» (1918), «Tratado de metafísica» (1929), «Ética» (1932) y «Estética» (1935) que es considerada por estudiosos de su pensamiento como la mejor de sus obras. Uno de sus principales logros es la literatura de género divulgativo, lo que logra con «Estudios indostánicos» (1921), «Historia del pensamiento filosófico» (1937), «Manual de filosofía» (circa 1945) y «Breve historia de México» (1956). Es notable que casi la totalidad de sus escritos fueran publicados en primera o segunda edición por Editorial Botas (México), cuyo director recibía los manuscritos de primera mano.
Vasconcelos se aventuró en las aguas de la ficción literaria con obras en diversos géneros. En el rubro de la crítica destacan sus Divagaciones literarias (1919), en materia de drama su Prometeo vencedor (1916), en materia de relatos está La sonata mágica (1933), además de la obra política que complementa a la autobiográfica, como en el caso de Cartas políticas (1959), publicadas de manera póstuma por el Fondo de Cultura Económica, la institución que ahora tiene la titularidad de los derechos de sus Obras Completas.
En homenaje a la figura histórica de José Vasconcelos, el presidente Vicente Fox (2000-2006) inició el proyecto de la Biblioteca José Vasconcelos, que tras varios retrasos en la conclusión del mismo, finalmente abrió sus puertas al público el 1° de diciembre de 2008.
MODELO DE IMPORTACION Y EXPORTACION (1940-1960)
MANUEL ÁVILA CAMACHO, MIGUEL ALEMÁN VALDEZ
El gobierno de Manuel Ávila Camacho (1940 - 1946) se caracterizo por su política de unidad nacional. Durante este periodo presidencial, se consolidaron las metas obtenidas en el gobierno de Cárdenas. En materia laboral, se estableció el Seguro Social Mexicano. En el aspecto educativo se reformó el artículo 3º. Constitucional, suprimiendo el carácter socialista de la educación; se estableció la Campaña Nacional contra el Analfabetismo y se creó la Comisión Impulsora y Coordinadora de la Investigación Científica.
Con el fin de institucionalizar la vida política y democrática del país, Camacho, promovió una reforma electoral que permitió regular la existencia de los partidos políticos, la formación del Consejo del Padrón Electoral y la creación de la Comisión Federal de Vigilancia Electoral. Se dio paso a los gobernantes de extracción civil.
En vista de las elecciones, el PRM se transformó en el Partido Revolucionario Institucional (PRI). El PRI postuló al licenciado Miguel Alemán Valdés, quien obtuvo el triunfo electoral para su periodo presidencial 1946 - 1952. Su política se centró en impulsar la industrialización del país.
En 1947, a iniciativas del presidente, se modificó el artículo 115º constitucional para otorgar el voto a la mujer en las elecciones municipales.
Durante la campaña de 1952, el general Miguel Enríquez Guzmán abanderó a grupos descontentos con la política del gobierno y fue postulado por la Federación de Partidos del Pueblo (FPP) como candidato a la presidencia para contender contra el candidato del PRI, Adolfo Ruiz Cortines, quien resultó triunfador.
LA INDUSTRIALIZACIÓN
México ha iniciado un plan de industrialización general, abarcando todos los renglones de la agricultura y la industria que necesitan el mejoramiento: la mecanización agrícola, la mecanización industrial, la electrificación y la fundación de nuevas industrias.
El gobierno ha utilizado para este fin los créditos exteriores, que alcanzan más de cuatrocientos millones de dólares; ha expedido una ley de Fomento Industrial con particular protección para las industrias nuevas y ha creado la Nacional Financiera, encargada de la política de fomento económico.
Desde el primer año de la Administración del General Ávila Camacho el gobierno mexicano trató de promover la industrialización, habiéndose proseguido esta política con vigor creciente durante el régimen del licenciado Alemán. Se ha hecho de la industrialización la gran meta nacional, confiando en que ha de lograrse una vida mejor para el pueblo mexicano al transformarse México de nación agrícola en país industrial.
LA ECONOMIA MEXICANA Y LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
En 1940 las naciones nazi fascistas (Alemania e Italia) declararon la guerra a Francia, Inglaterra y Rusia, y el mundo entero se vio envuelto en esa contienda, en la que luchaban a vida o muerte la democracia y el fascismo.
La guerra fue total; no sólo se luchó en el frente de batalla, sino que también la industria, la agricultura, la ciencia y toda la economía mundial se acondicionaron para la lucha.
Al producirse el ataque de Japón contra los Estados Unidos (8 de diciembre de 1941), el gobierno mexicano, cumpliendo los compromisos contraídos en las Conferencias Internacionales, rompió sus relaciones diplomáticas y consulares con el Japón, Italia y Alemania y las reanudó con Inglaterra.
La Segunda Guerra Mundial cambio las relaciones internacionales de México en muchas formas. La segunda guerra mundial fue una guerra total, y su aspecto económico incluyo la cooperación de países distantes de los campos de batalla. Las naciones aliadas,
Estados Unidos principalmente, aumentó sus esfuerzos para mantener a los países de Latinoamérica a su lado. La póliza del “buen vecino” de Estados unidos, y la inclinación de México en apoyar las causas por la democracia, fueron las razones principales de que estos dos países se brindaron ayuda mutua. Inmediatamente después del ataque japonés Pearl Harbor, México rompió relaciones con los países del eje y adopto medidas defensivas, la cooperación de México con los Estados Unidos aumento. México y Estados Unidos continuaron negociaciones y ambos países establecieron acuerdos políticos, económicos y militares para asegurar cooperación mutua. Uno de estos acuerdos fue la creación de la Comisión de Defensa México-Estado Americana.
La extensión del teatro depuse del ataque Pearl Harbor alcanzo a México. A principios de 1942 los botes-U de Alemania extendieron su área de operaciones, estas ahora incluían la costa Atlántica de Estados Unidos y el Golfo de México.
Y al ser hundidos por submarinos alemanes los barcos petroleros de matrícula mexicana Potrero del Llano y Faja de Oro (mayo de 1942), el gobierno mexicano se vio obligado a declarar el estado de guerra entre México y los países totalitarios. Debido a todas estas circunstancias y a perdidas tanto física como material, México entro en un caos económico el cual afecto a todo el país, disminuyendo así la ayuda que proporcionábamos a Estados Unidos durante esta gran guerra mundial.
POLITICA EDUCATIVA
Conscientes los gobiernos revolucionarios de que una de las tareas básicas consiste en elevar el nivel cultural de los grandes sectores populares, se ha venido impulsando preferentemente la educación primaria, empero, se ha venido impulsando preferentemente la educación primaria; empero, como la población más numerosa del país se halla en el campo, la escuela rural se ha convertido en la institución representativa de la educación popular.
La nueva escuela rural no sólo atiende la enseñanza de los niños, sino que se pone al servicio de la comunidad en general, enseñando el mejoramiento del cultivo de la tierra, el aprovechamiento de los recursos de la región, y fomentando la vida higiénica, cívica y cultural de sus habitantes.
En 1960, a pesar de que existían 32,000 escuelas primarias, resultaban insuficientes para atender la enorme población escolar que queda al margen de la educación; por eso el Gobierno trata de resolver este ingente problema destinando una gran parte de su presupuesto para la formación de maestros y la construcción de edificios escolares, de acuerdo con el plan de “once años” formulado por la Secretaría de Educación, que permite prever que para 1970 ningún niño mexicano quedará sin oportunidad de recibir instrucción elemental.
LAS UNIVERSIDADES
Con el dictamen favorable de las comisiones, paso a Vasconcelos, entonces secretario de educación, quien solicito que le fuera mostrado el proyecto. Vasconcelos retuvo en su poder el expediente hasta que fue devuelto a la cámara por su sucesor, Bernardo Gastelum, sin que entonces llegara ya a discutirse.
En el documento de la federación se precisaba que la autonomía supone el derecho de aprobar los planes de estudio y las demás resoluciones técnicas que el funcionamiento de las escuelas requiriera; el de nombrar y remover a los profesores, directores y empleados administrativos, el de ejercer con libertad el derecho de propiedad de sus bienes y disponer libremente de los bienes que le sean asignados. Por cuanto a la designación del rector, la federación de estudiantes que el profesorado y alumnado de la universidad presentaran una terna al presidente de la republica para que este hiciera el señalamiento final. En lo que se refiere al funcionamiento interno de la universidad, el secretario de educación tendría la facultad de hacer llegar sus opiniones y sugerencias al consejo universitario sin que existiera ningún vínculo entre la universidad y la secretaria.
 La universidad nacional, autónoma.
Gómez Morin describe los años y los días que preludiaron al movimiento de 1929 y el otorgamiento de la autonomía de la universidad nacional como un periodo en que la gestión ineficaz de las autoridades administrativas se extendió a todos los sectores de la vida universitaria, rompiendo con sus aspectos más esenciales los auténticos móviles del trabajo académico y trayendo consigo una serie de consecuencias secundarias muy graves para la actividad docente.
La educación universitaria.
La versión que los estudiantes de1929 no reclamaron abiertamente la autonomía parte del documento que, con gran habilidad política, le dirigió el presidente portes Gil en respuesta al que había recibido del alumno Ricardo García Villalobos. En este documento el presidente portes Gil dice: “aunque no explícitamente formulado, el deseo de ustedes es el de ver a su universidad libre...” con esta declaración pretendió ignorar todos los precedentes que habían sido presentados por los miembros de la comunidad universitaria en demanda de autonomía, entre los que figuraba el planteamiento de los propósitos huelguistas habían formulado en enero durante el congreso de Mérida.
De acuerdo con la ley orgánica de la universidad autónoma nacional de México de 1929, el rector de la universidad sería nombrado por el consejo universitario de una terna propuesta directamente por el presidente de la republica. Con todo, él articulo 19 decía que si el presidente no hacía llegar, en él termino adecuado, la terna al consejo universitario, este designaría a un rector provisional.
La universidad autónoma, privada.
La ley organiza de 1933 privó a la universidad de su carácter nacional, para enfatizar el grado de autonomía que se le daba a la universidad y su independencia completa relación al Ejecutivo, señalaba en su artículo 5° que el rector seria "jefe nato de la institución”.
El carácter de la institución privada también se advertía en lo relativo al financiamiento. Él articulo 9° estableció que la universidad recibiría una aportación de diez millones de pesos por parte del gobierno a cambio de subsidio que venía recibiendo hasta esa fecha.
Con la ley organiza de 1933 el estado aparento otorgar a la universidad su autonomía económica; pero en realidad trato de venderla “por hambre”. En Noviembre de 1933 el consejo universitario definió la naturaleza jurídica de la universidad señalando que era una institución nacional
La educación universitaria.
Resolvió no remitir al congreso de la unión la iniciativa para la creación del concejo nacional de educación superior y de investigación. El 30 de octubre de 1935 fue publicado el decreto por virtud del cual se creó el concejo nacional de educación superior y de investigación científica que sería el nuevo instrumento del estado para normar la actividad de la enseñanza superior de México. El consejo tenía carácter de órgano de consulta necesaria del gobierno y su función ere la de estudiar las condiciones y necesidades del país en materia educativa y de investigación.
Durante su corta vida, el concejo nacional de educación superior y de investigación científica auspicio el desarrollos de centros universitarios como el de Guadalajara y el de Morelia y promovió la unificación de los planes y programas de estudio, lo mismo que las orientaciones y métodos de los institutos oficiales de cultura superior de los estados.
La nueva universidad.
El 3 de marzo de 1943, el rector Rodolfo Brito Foucher, mediante el oficio N° 237, solicito al precedente de la republica que dotara a la universidad de terrenos ejidales correspondientes a los poblados de Tlalpan, Copilco, Padierna y San Jerónimo Aculco para construir la ciudad universitaria. La gestión inicial había sido formulada por el rector Ignacio García Téllez el 25 de septiembre de 1930 en oficio dirigido al secretario de hacienda y crédito público, donde expresamente requería a esa dependencia para que activara los tramites a efecto de que la universidad pidiera disponer de los “fondos necesarios para construir ciudad universitaria”.
Mediante un decreto publicado en el diario oficial de la nación del 25 de septiembre de 1946, Manuel Ávila Camacho determino la expropiación de 4733 hectáreas localizadas en el punto solicitado por el rector de la universidad para que se construyera ahí la ciudad universitaria. Después del turbulento periodo del rector Rodolfo Brito Foucher y a sugerencia de Ávila Camacho, el 7 de agosto de 1944 el consejo universitario constituyo una comisión para entrevistar a los ex - rectores e invitarlos a que integraran una junta encargada de resolver el problema de la universidad. La junta quedo integrada por los ex - rectores García Téllez Gómez Morin, Ocaranza, Chico Goerne, Baz y De La Cueva. A ellos correspondió designar rector a don Alfonso Caso. De gestión de Caso, que debe considerarse luminosa, resulto la ley orgánica de 1945 de la universidad nacional autónoma de México, todavía en vigor.
El proceso nacional.
El seminario tridentino conciliar de Sonora, fundado en 1838, fue el centro de estudios para la juventud de Sonora y Sinaloa. Posteriormente, en 1837, fue fundado en Sinaloa al Liceo Rosales que en 1918 paso a ser la universidad de occidente y en 1937 la universidad socialista del Noroeste. En 1941 la universidad socialista del Noroeste se convirtió en universidad de Sinaloa.
El 25 de febrero de 1922 fue decretada la creación e la universidad nacional del sureste con una organización autónoma. Esta universidad subsistió hasta 1938, año en el que cambio su designación por la de universidad ce Yucatán. En San Luis Potosí el antiguo instituto científico y literario fundado en 1859, se convirtió en universidad del estado en 1923 y más tarde, en 1934, en universidad autónoma.
En 1925 quedo constituida la universidad de Guadalajara. 9 años después fue clausurada y ese mismo año el nuevo gobernador la reinstituyo en definitiva con el nombre de instituto socialista de altos estudios a partir de 1937 se denomina universidad de Guadalajara. En 1930 se fundó la universidad de Nayarit. En Querétaro el colegio civil del estado, cerrado desde 1914, fue reabierto en abril de 1921 para desparecer una vez más en 1932 aunque entonces se le confirió autorización para que siguiera funcionando la escuela de leyes. La universidad Juárez de Durango, fundada el 21 de marzo de 1957 tiene como antecedente una institución similar que comenzó a funcionar en 1933.
CAMPAÑA DE ALFABETIZACION
El sistema educativo mexicano, a partir de 1940, tuvo como objetivo principal incrementar la edu­cación científica y tecnológica para que sirviera de apoyo a la productividad. Desde entonces, cada gobierno ha establecido los lineamientos a seguir con respecto a fa educación, en ese sentido, Ávila Camacho implantó la Escuela de Unidad Nacional, mientras que, tiempo después, en el período 1952-1958, Ruiz Cortines retomó esa postura nacionalista. Adolfo López Mateos aplicó el Plan de Once Años, con los objetivos da combatir el rezago del servicio educativo mediante la permanente expansión, que pretendió dar atención a la población estudiantil en constante y elevado crecimiento y el mejoramiento de los planes y programas de estudio, en todos los niveles: Preescolar, Primaria, Medio y Normal. Sin duda que un logro importante fue la elaboración de los primeros libros y cuadernos de trabajo gratuitos.
Durante la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz se continuó con fa aplicación del Plan de Once Años. La población estudiantil creció cada vez más, las escuelas fueron insuficientes, la demanda de más y mejor educación fue intensa y entonces, y para hacer frente a esta situación, el gobierno buscó nuevas formas de apoyo por parte de la sociedad y decidió hacer uso de los medios masivos de comunicación en beneficio de la enseñanza. Algunas acciones efectuadas en este régimen con respecto al campo educativo fueron la organización del Sistema Nacional de Orientación Vocacional, la aplicación de nuevos métodos de enseñanza y el intento por unificar los niveles medio básico y medio superior, entre otros.
El sistema educativo nacional continúo su crecimiento en el periodo de gobierno de Luis Echeverría Álvarez, pero a pesar del incremento en el gasto educativo. la educación escolarizada fue cada vez más insuficiente, debido entre otras cosas, al aumento considerable de la población.
La reforma educativa implementada por este régimen originó la modificación de los planes y programas de estudio correspondientes a la educación básica; se estableció el sistema de enseñanza por arcas, se diseña en nuevos libros de texto para primaria; se crearon los Colegios de Ciencias y Humanidades y de Bachilleres y surgieron los “Acuerdos de Chetumal” que consideraron diversos aspectos. entre ellos, la evaluación educativa. Es notable la expedición de la Ley Nacional de Educación para Adultos, en 1971, que indicó la creación de diversas formas de educación extraescolar y sistemas abiertos que sirvieron de apoyo para remediar en parte las carencias escolares.
El Plan Nacional de Educación y el Programa Federal del Sector Educativo, señalaron los objetivos que en ese campo tenía el gobierno de José López Portillo: satisfacer la demanda de educación básica (primaria y secundaria, principalmente); la reducción del analfabetismo; el impulso de los sistemas abiertos y el incremento en el uso de los medios masivos de comunicación como recurso de apoyo para la educación.
En el período presidencial de Miguel de la Madrid, se aplicó la revolución educativa cuyos resultados no fueron del todo positivos debido a la intensa crisis económica que en ese tiempo afectó a todos los sectores de la actividad gubernamental, sin embargo, en los diversos niveles educativos se hicieron llegar los adelantos científicos y tecnológicos más modernos, como la computación, incluida en las secundarias.
En el sexenio 1988-1994, el gobierno ha emprendido el proceso de “modernización educativa” respuesta a los reclamos sociales y de acuerdo a los objetivos del desarrollo nacional, pretendiendo mejorar la eficiencia, calidad y cobertura del servicio educativo. Para esto resulta necesario extender la infraestructura, por lo que se requiere presupuestos mayores, a fin de construir nuevos edificios escolares y mantener los ya existentes. Una parte esencial del “Programa de Modernización Educativa”, fue la conformación de un nuevo modelo educativo, donde los contenidos habrían de modificarse, además de otras acciones.
Con Manuel Ávila Camacho se pretendió combatir al analfabetismo, a partir de 1944. Mediante la Campaña Nacional contra el Analfabetismo; el régimen de Alemán Valdés creó la Dirección General de Alfabetización, buscando el mismo fin; Ruiz Cortines y López Mateos continuaron la labor tendiente a reducir ¡os índices de población analfabeta!; Díaz Ordaz dispuso iniciar la alfabetización por televi­sión y formar el Centro de Educación Básica para Adultos, además de otras acciones que demostraron la decisión real del gobierno de reducir hasta donde fuera posible los índices de población analfabeta.
Del gobierno de Luis Echeverría en adelante, la educación pública ha logrado grandes adelantos al conseguir la disminución del analfabetismo. Sin embargo, debido a muchos factores y a la crisis eco­nómica sucedida en la década de los años 80, aumentó el rezago educativo, originando la existencia de 4;000,200 personas analfabetas y 20 millones de analfabetas funcionales, o sea, personas que sola­mente cursaron hasta tercero de primaria. El panorama se torna difícil si se agrega el hecho de que más de 300 mil jóvenes no tienen la oportunidad de estudiar la secundaria y que un alto porcentaje de alumnos desertan de las escuelas.
LA URBANIZACION
La urbanización de nuestro país, se inició prácticamente en la década de los 40; desde luego que con ello la mancha urbana ha crecido cada vez más, ocupando extensas áreas rurales transformándo­las y provocando la alteración de su medio ambiente al construir en ellas casas. fábricas, carreteras y otras obras propias de las ciudades. Las recomendaciones dadas por organismos internacionales y los resultados obtenidos de constantes investigaciones sobre e! problema de la contaminación, han hecho que el gobierno mexicano aplique las medidas convenientes para solucionarlo.
Los servicios médicos ofrecidos por todas las instituciones que integran el esquema de la seguridad social en México, han hecho posible hacer frente a las principales causas de muerte de la población, lo cual ha hecho posible que en ¡os últimos años se mantenga una situación equilibrada entre enfermedades transmisibles, las de tipo degenerativo y accidentes. Las campañas permanentes diseñadas por el Sector Salud dieron por resultado el control y casi erradicación de enfermedades como: sarampión, tosferina, tifo, sífilis, tuberculosis y algunas más, así también la desaparición total de otras, entre ellas, el paludismo.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, hay enfermedades que aun persisten ocupando primordiales lugares como causantes de defunciones, sobresalen las diarreas y las neumonías. Además existen otros padecimientos que han incrementado su frecuencia, destacan la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y las cerebro vasculares, principalmente.
Como una de las consecuencias del desarrollo económico del país, muchas regiones vieron modificada su población. Las causas fueron la creación de vías de comunicación, mejoramiento de las que ya existían, la fundación de nuevas ciudades, el establecimiento de mejores condiciones de vida en vallas zonas del país y otras más. Durante el período 1940-1990, el centro de la República siguió siendo el lugar con mayor concentración poblacional, pero sucedieron también varios movimientos de personas hacia otros sitios.
Algunos núcleos poblacionales se dirigieron con destino a lugares más adecuados para las tareas agrícolas, de tal forma que provocaron un considerable aumento de habitantes en las comarcas agrícolas de La Laguna, en la intersección de los estados de Coahuila y Durango; del valle de Mexicali, en Baja California; la cuenca del Río Papaloapan, en Veracruz; la cuenca del Río Tepalcatepec, en los límites de Jalisco y Michoacán, los valles de los ríos Mayo y Yaqui, en Sonora y otras más. Otros factores que han influido para que surgieran los cambios en la distribución de la población son: Desarrollo ganadero, sobre todo en el norte de México; la realización de obras portuarias y la oportunidad de estar cerca de Estados Unidos.
En los últimos años, la actividad comercial, pero sobre todo la industrial, ha contribuido para la formación de grandes concentraciones humanas, provocando el crecimiento de lugares como las ciudades de México, Guadalajara, Monterrey, Netzahualcóyotl, Tlalnepantla, Naucalpan, León, Puebla. Cd. Juárez, Orizaba y muchas más. De esta manera. en diversas regiones del país ha disminuido su población, en otras se ha mantenido estable, mientras que en varias mas se ha incrementado notablemente.
GOBIERNO DE ADOLFO RUIZ CORTINES, ADOLFO LOPEZ MATEOS Y GUSTAVO DIAZ ORDAZ.
A la muerte del secretario de gobernación de Miguel Alemán, el doctor Héctor Pérez Martínez, fue nombrado Adolfo Ruiz Cortines su sucesor. En 1951 dejó este cargo para postularse como candidato a la presidencia. Durante su cargo, Ruiz Cortines expropió latifundios extranjeros en el norte del país y estableció precios de garantía para las cosechas. Formó el Programa de Progreso Marítimo, llamado Marcha Mar; y la Comisión Federal de Electricidad otorgó el servicio a más de seiscientas localidades. Ernesto P. Uruchurtu regente del Distrito Federal llevó a cabo grandes obras públicas en la ciudad. Cortines estableció en 1954 el aguinaldo, que consiste en un mes de salario por cada año de antigüedad del trabajador; y dio plenos derechos ciudadanos a la mujer (elegir y ser elegida para cargos públicos).
Una nueva devaluación dejó el tipo de cambio a 12.50 pesos por dólar. Entregó el cargo presidencial a Adolfo López Mateos. Durante su periodo presidencial, López Mateos nacionalizó la industria eléctrica y se declaró el dominio de la nación sobre la plataforma continental y el espacio aéreo.
Fue creado el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Más de trescientas mil hectáreas comenzaron a ser utilizadas para el cultivo gracias a mil obras pequeñas de irrigación. Se estableció la repartición de los desayunos escolares y se edificaron cincuenta mil viviendas populares. En 1964 se terminó la construcción de la Unidad Profesional de Zacatenco del Instituto Politécnico Nacional, así como el espléndido edificio del Museo Nacional de Antropología. En 1959 fue reprimida enérgicamente una huelga de ferrocarrileros que no estuvieron de acuerdo con las resoluciones legales establecidas por el gobierno.
López Mateos llevó a cabo varios viajes al extrajeron, con el fin de entablar relaciones de amistad con otros países. Intervino en favor de Cuba cuando éste se declaró socialista y se opuso a que fuera excluida de la Organización de Estados Americanos. Negoció con Estados Unidos la devolución de un pequeño territorio llamado "El Chamizal", que había pasado a manos de los norteamericanos cuando el Río Bravo cambió su cauce unos kilómetros.
Entregó su cargo a Gustavo Díaz Ordaz el 1° de diciembre de 1964. Durante el gobierno de Díaz Ordaz se construyó la presa de La Amistad en Coahuila y se adquirieron dos ferrocarriles de corto tránsito: el Intercaliforniano y el de Nacorazi. Se desarrolló la telefonía nacional e internacional; creció la red de carreteras en 14, 200 kilómetros y fueron modernizados y construidos más de cincuenta aeropuertos.
Fue en este periodo que se iniciaron las labores del Sistema de Transporte Colectivo (Metro) con dos líneas la que va de Pantitlán a Tacubaya, y la de Taxqueña a Cuatro Caminos. Sin embargo hubo en este periodo graves problemas a los que no fue fácil encontrarles solución. Uno fue la migración de muchos campesinos a la ciudad, lo que causó problemas serios de vivienda.
En Guerrero se hicieron evidentes los problemas en asuntos ejidales y de cacicazgo. En Sonora hubo fuertes manifestaciones en contra del gobierno local, y tuvo que intervenir el ejército. Todas estas situaciones conflictivas se presentaron en un periodo muy delicado, pues México había sido elegido como sede de la XIX Olimpiada. Los problemas se agravaron por el surgimiento de un movimiento que aglutinó en numerosas marchas y manifestaciones al estudiantado de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Politécnico Nacional, culminando en una matanza durante un mitin en la plaza de las tres culturas en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968. Marcados por este lamentable acontecimiento transcurrieron los Juegos Olímpicos y el resto del periodo presidencial de Echeverría.
EL DESARROLLO ESTABILIZADOR
Entre 1950 y 1970 la economía mexicana tuvo un desempeño notablemente exitoso. Ante este periodo, el Producto Interno Bruto per cápita creció de 3 y 4 por ciento anual con una tasa de inflación promedio de cerca del 1 por ciento. Esos fueron los años dorados del llamado desarrollo estabilizador de la economía mexicana, época de industrialización y modernización. Sin embargo, a raíz de ciertos cambios en la política económica durante la década de los setenta, la economía se tornó más vulnerable a las condiciones externas; se devino la crisis en la balanza de pagos: una en 1976 y otra, más severa y prolongada, en 1982. Los gobiernos ulteriores serían partidarios de optar por la globalización del país, intentando insertarlo en el mundo regido por los patrones de la competitividad. A partir de 1988 el criterio teórico que prevaleció hasta el final del mandato del Presidente Zedillo fue la aplicación de la política neoliberal
Una de las épocas más optimistas para la economía mexicana sin lugar a dudas es el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, comprendido en las décadas de los cincuenta a los setenta. El éxito se basó específicamente en concretar el desarrollo del país en un modelo de crecimiento hacia adentro, prácticamente ignorando al exterior a través de barreras arancelarias y no arancelarias (aranceles y contingentes). A manera de ejemplo, de los sesenta a los setenta el número de artículos que requerían de permiso previo aumentó en un 60%. Con la aplicación del Sistema de Sustitución de Importaciones (SSI) se propició que el sector industrial creciera notablemente, ello conllevó al desarrollo de una rápida urbanización (durante los setenta el número de ciudades de más de 2,500 habitantes creció del 42,6% al 58,7%), con lo que la población se concentró en el
sector industrial y de servicios, quedando relegada la actividad agrícola. De los cincuenta a los setenta la tasa de crecimiento poblacional alcanzó niveles de casi 3,5% por año. Sin embargo el crecimiento industrial no fue suficiente para absorber la creciente fuerza de trabajo que se trasladó del campo a la ciudad. La alternativa, nunca suficiente por supuesto, fue el sector de los servicios, aunque la remuneración generalmente era inferior a la del sector industrial. Durante la época del Desarrollo Estabilizador se aplicaron unas políticas macroeconómicas empeñadas en lograr la estabilidad financiera. Lo más destacable es que se logró generar un considerable ahorro interno; la política cambiaria, con relación al dólar, desde 1954 se fijó en $12,50 pesos, paridad que pervivió hasta mediados de 1976 cuando se devino una crisis en la balanza de pagos que aniquiló al régimen de tipo de cambio fijo. El deterioro definitivo se devino fundamentalmente por dos razones: Debido a que la expansión del gasto público fue acompañada de incrementos en la recaudación fiscal, y con ello el déficit fiscal creció con el aumento del déficit de cuenta corriente, y la tasa de inflación.
MOVIMIENTO FERROCARRILERO
Entre 1958 y 1959, años del movimiento ferrocarrilero encabezado por Demetrio Vallejo y Valentín Campa, militantes del Partido Obrero Campesino Mexicano y del Partido Comunista Mexicano, respectivamente, y 1961, año en que Fidel Castro declara el rumbo socialista de la revolución cubana, la izquierda vive un intenso debate ideológico dentro de cada una de sus organizaciones.
La derrota del movimiento ferrocarrilero había llevado a concluir al Partido Comunista Mexicano que su vieja tesis de que el socialismo podía ser alcanzado profundizando las conquistas sociales, económicas y políticas de la Revolución de 1910 era caduca. La represión del gobierno de López Mateos a los ferrocarrileros y a los partidos de izquierda había sido la constatación de que era necesario cambiar de estrategia.
 La actuación del PCM dentro del movimiento ferrocarrilero había llevado a José Revueltas, Enrique González Rojo, Eduardo Elizalde y otros distinguidos intelectuales a elaborar una aguda crítica al Partido Comunista, lo cual les valió ser expulsados de la organización. A lo largo de dos años, José Revueltas para fundamentar teoréticamente la creación de la Liga Comunista Espartaco, una nueva agrupación comunista, se abocó a escribir El Proletariado Sin cabeza, una de las obras políticas más importantes de la historia del socialismo mexicano.
 En el movimiento ferrocarrilero, decía Revueltas, la izquierda mexicana y en particular el PCM, no supieron ver el contenido político de la huelga que había provocado un enfrentamiento abierto con el conjunto de la burguesía, para lo cual los ferrocarrileros no estaban organizativa e ideológicamente armados. La derrota ferrocarrilera llevó a Revueltas a hablar de “la inoperancia del movimiento comunista en México, tal como se encuentra concebido y dirigido”.
 En El proletariado sin cabeza, Revueltas hizo una puntillosa crítica del nacionalismo revolucionario y su influencia en los comunistas mexicanos. Para él quedaba claro que la ideología de la revolución mexicana era, desde una perspectiva marxista, inservible para los intereses de la clase obrera.
 No obstante el rigor intelectual de Revueltas y lo novedoso de sus planteamientos dentro del pensamiento comunista mexicano, su influencia era grupuscular y sin trascendencia alguna en un movimiento de masas o en un frente político amplio. Precisamente cuando el autor de Los bienes terrenales, Los errores, Los Muros de Agua y El Apando, entre otras obras señeras de la literatura mexicana, termina El Proletariado sin Cabeza, se gesta un amplio movimiento político que reivindica centralmente el papel del nacionalismo revolucionario en la organización de las clases sociales antiimperialistas de México.

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